Una Asesoría Fiscal es Amiga de quien se Comporta Bien

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Los mejores amigos son aquellos que nos dicen la verdad aunque nos duela y no los que nos dicen lo que queremos escuchar. Eso es más o menos lo que aplica en la asesoría fiscal  donde el asesor se enfrasca en hacer que los clientes sean copartícipes en el cumplimiento de las obligaciones pertinentes y así evitar multas, sanciones, quiebre, cárcel.

Ellos explican a quienes buscan sus servicios profesionales no sólo recibirán un trabajo óptimo, supervisado y continuo en el área fiscal. También a tener aptitudes y actitudes acordes con las leyes para no tener inconveniente algunos, enseñándoles en principio algunos términos fiscales con los que no estén excesivamente familiarizados y que se consideran bastante importantes

Les informan sobre el calendario del contribuyente. También conocido como calendario fiscal, donde se recoge y establece las fechas de inicio y finalización del plazo de las obligaciones fiscales del pagador, liquidaciones y declaraciones. Cada cliente debe tener sus facturas y dinero para cancelarlos en esos lapsos, so pena de multas. Y no crean, es un trabajo perenne, los asesores debe evitar que los clientes se hagan los desentendidos.

Les explican sobre la deuda tributaria que hace referencia al monto de dinero u otro bien aceptado por ley para el pago de deudas que un agente económico (individuo o empresa) debe pagar a la administración pública.

Como no todo es pagar, los asesores explican sobre el gasto deducible, ese importe que puede restarse en el momento de calcular la base de un tributo, algo que motiva en demasía a los clientes (un alivio adicional).

Y hacen énfasis en el fraude fiscal o fraude de ley se produce cuando se finge respetar la ley, pero realmente se utilizan métodos ilícitos para darle otro sentido a lo escrito en la ley.

Es entonces la gestión fiscal  una especialidad que jamás puede ser superficial y deficiente, porque se transformaría en dinero desperdiciado y problemas legales.

Deben los clientes (empresas y particulares) aprender de la incoherencia en el manejo de la crisis actual, respecto de la gestión fiscal y tributaria por parte de muchos gobiernos, que reflejan una carencia de planificación y concertación real con los actores económicos. Pareciera que el talante reactivo gubernamental se impone frente a la proactividad y la anticipación. Por eso en algunos países existe el problema de la inflación y escasez ya que no hay plan para detenerlas; sólo hay improvisación, desidia e irresponsabilidad en la gestión fiscal.

Ningún particular o empresa puede guiarse por ello y mucho menos dejarse sucumbir por política erróneas. La asesoría es entonces doblemente valiosa ya que clarifica el que sí y qué no, hacer para cumplir ante la ley.

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